EL NIÑO QUE NO SABIA HABLAR

Todos hablamos o por lo menos lo intentamos, pero los niños son otra cosa balbucean, parlotean, gritan en fin, producen ruido para hacerse notar. Pero siempre hay excepciones a la regla, hace mucho tiempo ya, conocí al niño que no sabía hablar, lo vi solo una vez, sentado al rededor de un grupo de personas que hablaban en voz muy alta. El solo observaba desde un rincón, no salía ningún ruido de su boca, sus ojos hacían pensar que pertenecía a otro tiempo, otro espacio, en algunos momentos movía los labios tembloroso como queriendo decir algo… pero antes que pudiera hacerlo uno de los adultos que lo acompañaban decía en voz muy alta y burlesca! este niño es muy raro! Porque no habla? !habla niño, habla!. Entonces el niño rojo de vergüenza bajaba su mirada y quedaba hecho una estatua y volvía a no pronunciar  palabra.

Aquella escena me había conmovido profundamente, entonces decidí acercarme a él, busque en mi bolsillo un lápiz y un papel y escribí:

-Hola!, Puedes hablar ?

El me miro, sonrió y escribió:

-Pudo hablar mejor, de lo que ellos saben escuchar…

Fin

Todos sabemos comunicarnos, la diferencia es saber como; la mejor forma es respetando nuestras diferencias.

Autor: Ariela Victoria Espinoza
Curacaví – Chile